miércoles, 2 de abril de 2008

castillo de ponferrada


El hoy llamado castillo templario se emplaza en lo que en origen fue un castro celta, en una posición similar a la de otros de El Bierzo.
Hacia 1178
Fernando II de León permite que los templarios establezcan una encomienda en la actual Ponferrada. En 1180 el Rey expide fuero para la repoblación de la villa que habia surgido un siglo antes, documentandose la primera fortificación 1187[1] En 1196, ante el ataque de Alfonso VIII de Castilla y debido al apoyo que recibe este reino por parte de los caballeros del Temple, Alfonso IX de León, corona a la que apoya la orden de San Juan quita Ponferrada a los templarios.Tras varias disputas, en 1211 Alfonso IX, tras hacer las paces con la Orden del Temple les dona la villa de Ponferrada tras ceder estos algunos castillos. Durante el reinado de Fernando IV se produjo en Francia el juicio contra los templarios, que ocasionó la disolución de la Orden. Para evitar la consiguiente confiscación de Ponferrada, el maestre castellano del Temple, Rodrigo Yánez, entregó la villa al infante don Felipe, hermano del rey.
En
1340, Alfonso XI donó Ponferrada a Pedro Fernández de Castro, su mayordomo mayor, quien seguramente comenzó la construcción del llamado castillo viejo de Ponferrada. Ponferrada y su castillo continuaron en poder de la rama gallega de los Castro hasta 1374. A partir de ese año permaneció en poder de diversos y sucesivos miembros de la familia real.
En
1440, Ponferrada pasó a Pedro Álvarez Osorio, primer conde de Lemos, que venía reclamándolo desde hacía tiempo. Fue este importante personaje gallego del siglo XV quien realizó las grandes obras que configuran la actual fortaleza de Ponferrada, que comprende: un castillo, el llamado Castillo Viejo, un recinto amurallado con sus barreras y un palacio renacentista.
Tras diversas disputas y pleitos entre los herededos de Pedro Álvarez Osorio,
Juana Osorio -la hija habida de su segundo matrimonio con María de Bazán- y Rodrigo Osorio, segundo Conde de Lemos -su nieto bastardo-, los Reyes Católicos adjudicaron Ponferrada a Juana Osorio. Rodrigo Osorio no acató la resolución y tras poner cerco a la fortaleza se apodero de ella en 1485, iniciando así una rebelión contra los reyes. La Corona reaccionó formando un importante ejército -600 lanzas y de cinco a seis mil peones- bajo la dirección del Almirante de Castilla con el fin de tomar todas las plazas y lugares del Bierzo que apoyaban al conde. Al no rendirse el éste, se emprendió un duro asedio con artillería a la fortaleza de Ponferrada, que fue tomada al asalto en el verano de 1486. Tras pasar Ponferrada a los Reyes Católicos -previamente al cerco de la fortaleza había comprado los derechos sobre la villa de Ponferrada a doña María de Bazán y sus hijos por 23 millones de maravedís-, se iniciaron obras de reparación y refuerzo de la fortaleza.
Durante los siglos
XVII y XVIII el castillo fue gobernado por un Corregidor en nombre de la Corona.

Castillo de Ponferrada. Grabado del siglo XIX
A partir de 1850 comienzó un periodo de fuerte declive para el castillo: el Ayuntamiento vende los muros, utiliza sus piedras para construir unas cuadras públicas y un mercado adosados a las murallas (que aún se conservan), arrienda el interior como zona de pastos, e incluso permite su explanación para ubicar un campo de
fútbol. Por fin en 1924 se le concede el rango de Monumento Nacional, con lo que se frena el deterioro.

Descripción arquitectónica [editar]
En el recinto del Castillo, con forma de
polígono irregular, se distinguen dos partes diferenciadas: la parte norte, del siglo XII, y el resto, construido a lo largo del siglo XV, con algunas obras realizadas en los siglos XIX y XX. En tiempos pretéritos el castillo estuvo rodeado por un foso, excepto en el lienzo noroccidental, donde el río cumplía esa misma función.
En el interior existe un grupo de fortificaciones del siglo XII de origen templario: los restos de una
barbacana en el acceso a un patio, al que abren la torre elíptica, parte del paseo de ronda, una torre que tuvo tres pisos, la torre del Malvecino y otra torre en la que destaca una puerta de arco apuntado, de gran valor artístico.
La fachada noroeste constituye un
parapeto corrido que termina en la torre del Monclín, de planta hexagonal irregular. Bajo él se abría una nueva ronda que defendía el subterráneo que unía el castillo con un aljibe, situado en una torre albarrana.
La portada principal, de
mampostería, está compuesta por dos torreones que flanquean un amplio arco de medio punto. Tras este arco se alzaban las puertas de acceso al patio en el que, a la izquierda, se sitúa la torre del homenaje, desde la que se accede a la plaza de armas, hoy cubierta de escombros.
Antes de entrar en el patio hay un recinto defensivo que conduce a la torre Cabrera, situada al sur y comunicada con la primera línea defensiva del lado este, en cuyo punto medio se alza una torre semicircular, destinada a calabozos y a la comunicación con la segunda línea de defensa. El parameto continúa hacia el norte, encontrándose otra torre cuadrada, antes de acceder a la torre de Malvecino, del siglo XV.
En el
patio de armas, adosadas a otra línea defensiva, se encuentran varias dependencias, como la Galería de los Azulejos, derruidas y cubiertas de escombros debido a que 1811 una orden de la Regencia del Reino manda que vuelen las dependencias interiores(el daño no debió ser muy grande porque en 1815 se ofreció en sus salones un baile de sociedad) y a que desde que en 1848 el Ayuntamiento de Ponferrada, con la oposición frontal de la Comisión de Monumentos de Ponferrada, la empezase a utilizar como cantera local y mil otras felonías que culminaron en 1923 cuando se volaron sus muros para la construcción de un campo deportivo.


castillo medieval de sepulveda


Sepúlveda
Rico Esteban bien definen los restos del que fuera, con gran solera, castillo de Sepúlveda. Así dice que "en medio del poblado frontero a la Plaza Mayor, donde sirvió de fondo para los cuadros que más fama dieron al insigne Ignacio Zuloaga, se yerge dominador y magnífico, como fantasma del pasado, el castillo de la pintoresca Sepúlveda. Sobre las despejadas colinas de visibilidad encantadora donde se asientan sus reales la invicta villa de las siete puertas en la margen izquierda del río Duratón, sin la gallardía de los de Pedraza y Coca, sin las líneas suaves y deliciosas del de Turégano, sin arquitecturas que las diferentes restauraciones han dejado huella en el Condado de Castilnovo, los viejos, carcomidos y desmantelados torreones del castillo de Sepúlveda sugieren al visitante las mismas emociones artísticas de aquéllos."

resumen semana santa

En semana santa no he hecho nada interesante. Ir a la Higuera a dormir a casa d una amiga, ir a Aldearreal pasar los dias con mis amigas y con mi novio y nada mas.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Plan semana santa!

REFLEXIONAR!!!

y pasarmlo bienn!!

ir a Aldearreal, volver a segovia de fiesta, ir a la Higuera a ver a una amiga, Quedar cn mi novio, y estudiar musica.

ahh!! y irme un dia a madrid de compras!

miércoles, 12 de marzo de 2008

El Cid

Rodrigo Díaz de Vivar (*Vivar del Cid, Burgos, hacia 1048 – Valencia, 1099), conocido como El Cid Campeador, Mio Cid o El Cid hidalgo y guerrero castellano. Al frente de su propia mesnada llegó a dominar prácticamente todo el oriente de la Península Ibérica a finales del siglo XI, de forma autónoma respecto de la autoridad de rey alguno, aunque con el beneplácito del rey Alfonso VI, de quien siempre se consideró vasallo Rodrigo. Se trata de una figura histórica y legendaria de la Reconquista española, cuya vida es la base del más importante cantar de gesta de la literatura española, el Cantar de mio Cid.

piramide feudal


miércoles, 27 de febrero de 2008